29 mayo, RADAR/ EL DEBER.- En 1992 Perú y Bolivia firmaron un acuerdo que facilitaría el comercio boliviano por vía marítima: cinco kilómetros de playa con beneficios arancelarios para una zona franca, turística e industrial. Ha pasado un cuarto de siglo y el sueño de Ilo se oxida

El 24 de enero de 1992, el  Convenio de Amistad, Cooperación e Integración “Gran Mariscal Andrés de Santa Cruz” firmado por Perú y Bolivia parecía ser el alivio al enclaustramiento territorial de Bolivia.

Entonces, los presidentes Alberto Fujimori (Perú) y Jaime Paz Zamora (Bolivia) acordaron impulsar el desarrollo industrial y turístico en la región sureña de Moquegua, donde yace el puerto de Ilo y en el cual los bolivianos tendrían libertad comercial.

En el acuerdo, Perú cedió sin soberanía cinco kilómetros de playa en Ilo para crear Boliviamar: una zona turística, industrial y franca por 99 años. Por otra parte, Perú se comprometía a asfaltar una carretera de Ilo a Desaguadero y Bolivia otra de El Alto a Desaguadero.

El tratado establecía que en Boliviamar las operaciones que se realicen estarían exoneradas del impuesto a la renta, impuesto general a las ventas, impuesto selectivo al consumo y del impuesto de promoción municipal, señala el Diario Correo de Perú.

A cambio, se estableció un acuerdo similar en Puerto Suárez, en la frontera boliviana con Brasil, a fin de posibilitar a Perú una salida hacia el océano Atlántico.

EN 25 AÑOS, BOLIVIA NO APROVECHA ILO

“Hasta ahora el puerto de Ilo no ha significado una utilidad para Bolivia ni ha aliviado el enclaustramiento del país”, afirma el historiador Eduardo Trigo O’Connor d’Arlach.

Desde la esperanzadora firma del acuerdo de 1992 el comercio marítimo boliviano casi no ha variado. Bolivia actualmente moviliza 5 mil toneladas anuales por el puerto de Ilo a diferencia de las 2 millones de toneladas que pasan por Arica, según datos proporcionados por David Sánchez, gerente de la empresa Administradora de Servicios Portuarios de Bolivia (ASP-B), citado por el portal Con Nuestro Perú.

Esa diferencia, considera Trigo, se debe a que Arica resulta ser el puerto idóneo para Bolivia “por la cercanía y las condiciones naturales que tiene” y señala que esa fue la principal salida de las exportaciones bolivianos. “Incluso en la época de la colonia ya se usaba ese puerto”, indica.

RATIFICACIÓN DEL CONVENIO

En 2010, los presidentes Evo Morales y Alan García renovaron el convenio de 1992 a través del protocolo Complementario y Ampliatorio de los Acuerdos de Ilo que fue ratificado por Bolivia en 2011 y por Perú en 2013.

Una de las razones de la demora fue la propuesta boliviana de consolidar una base naval y una escuela militar en territorio ileño. Tras el rechazo de las Fuerzas Armadas peruanas y del Ministerio de Relaciones Exteriores, entre otros sectores, se acordó que la Armada peruana construya allí una escuela para la instrucción de militares bolivianos.

El acuerdo incluye entre otros a los siguientes compromisos:

Acceso permanente al océano Pacífico a punto de atraque en el Puerto de Ilo.

La ampliación de la zona franca industrial a una zona económica especial (denominada Zofie) por 99 años. Zofie gozará de excepciones, un régimen especial en materia aduanera, tributaria y el régimen laboral y de seguridad social.

Una Zona Franca Turística por 99 años (Boliviamar) donde las operaciones estarán exoneradas del impuesto a la renta, impuesto general a las ventas, impuesto selectivo al consumo y del impuesto de promoción municipal.

El derecho de propiedad de las personas naturales y/o jurídicas inversionistas bolivianas que operen en el puerto, señala el diario peruano La República.

SE OXIDA EN EL ABANDONO

El diario peruano El Correo realizó, hace tres años, una visita a Boliviamar y califica el panorama de ‘desalentador’.

“Desde la pista de la carretera Panamericana se aprecia un extenso terreno de arena con una «T» a la distancia. No hay complejos hoteleros, ni centros recreacionales, ni clubes de playa.

Para acercarse a su plaza se requiere cruzar dos vías de acceso de vehículos que nos llevan hacia el monumento de fierro de aproximadamente 5 metros elaborado con dos rostros: un hombre mirando tierra adentro y una mujer con la mirada hacia el mar que expresan la cultura plurinacional de Bolivia.

En su base yacen fierros retorcidos de alguna parte del armazón. La placa ya no luce en su lugar, donde se observa un bloque de cemento de color celeste».

NUEVOS ESCENARIOS

En noviembre del 2016, los presidentes de Bolivia, Evo Morales, y de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, acordaron facilitar el acceso de la carga boliviana al océano Pacífico y la potenciación de Ilo.

Sánchez, gerente de ASP-B dijo que el puerto de Ilo es «más pequeño» que el chileno de Arica, por lo que necesita un acondicionamiento previo para que la carga boliviana pase por ahí, pero recordó que «en este momento es operable y se puede trabajar» en esa terminal, señala la agencia EFE.

El que Bolivia diversifique sus salidas comerciales al Pacífico le puede suponer a Perú «un movimiento importante económico» comparable al «despegue» que ha tenido el norte chileno gracias al comercio exterior boliviano, agregó Sánchez.

En mayo de 2017, Perú descartó el manejo privado del puerto, garantizó una inversión estatal para modernizarlo y se negoció tarifas más asequibles que en Arica, en un acuerdo entre la ASP-B y la Empresa Nacional de Puertos del Perú.

“El convenio está siendo analizado en la Cancillería boliviana, ya que cualquier decisión portuaria requiere el aval de la Cancillería. Estamos ya prácticamente para la oficialización del acuerdo y se demostró el interés de llevar la carga boliviana y que en el puerto de Ilo haya mejoras tarifarias, de almacenaje. Este es un paso importante”, detalló Sánchez en entrevista con EL DEBER el pasado fin de semana.

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//Fuente: eldeber.com//